International Herald Tribune / Traducción Redacción Canarias semanal
Según
un artículo publicado en la edición de ayer martes los multimillonarios
españoles evadieron hacia los bancos exteriores la friolera de 75.000
millones de euros . Según el periódico este fenómeno se está extendiendo
como consecuencia de las dudas y el pánico de los ricos evasores en
relación con la fortaleza del sistema financiero español. La salida de
depósitos de España está reflejando un problema mucho más amplio que el
de la mera fuga de capitales, hoy probablemente el más grave de la zona
euro. "La gente rica ya ha sacado su dinero. Ahora son los profesionales
los que envian sus capitales hacia los bancos exteriores. " Yo no
quiero terminar siendo propietario de pesetas devaluadas", le confesó
uno de ellos al periódico norteamericano. Transcribimos la traducción
del artículo.
![[Img #9578]](http://canarias-semanal.com/upload/img/periodico/img_9578.jpg)
Después de trabajar seis años como un alto ejecutivo de una compañía multinacional en Barcelona, España, el Sr. Vildosola
ha empezado a cortar sus lazos profesionales y financieros con su
país. Comenzó por trasladar a su familia a un pueblo cerca de Cambridge, en Inglaterra,
lugar en el que piensa montar una pequeña empresa de informática.
Asimismo, ha transferido sus ahorros desde los bancos españoles a los
bancos británicos.
"La situación en España está yendo de peor en peor", dice. El Sr. Vildosola,
que tiene 38 años, manifestó la pasada semana, sólo unas horas antes de
subir al avión con destino a Londres, acompañado de su esposa y dos
hijos pequeños: "España está atravesando por una situación de alto riesgo. Está claro que va a ser el siguiente país en caer después de Grecia. Y yo no quiero terminar siendo propietario de pesetas devaluadas". El Sr. Vildosola
se encuentra entre los muchos ciudadanos que están pensando en que la
situación económica de su país va a concluir con un eventual retiro de España
del área del euro y un retorno a la moneda anterior, la peseta. Aunque
es cierto que ese resultado calamitoso todavía se considera una
posibilidad muy remota incluso si España se viera en la
necesidad de reclamar un rescate al estilo griego. Sin embargo, muchos
españoles ante esa perspectiva están sacando sus capitales hacia el
exterior.
El pasado mes de julio, un número de españoles retiraron 75.000 millones de euros - unos 94.000 millones de dólares
de los bancos. Se trata de una cantidad equivalente al 7% del PIB. Esta
reacción fue el resultado de las extendidas dudas existentes en
relación con la durabilidad del sistema financiero español. La salida
de depósitos de España está reflejando un problema mucho más amplio que
el de la mera fuga de capitales, hoy probablemente el más grave de la
zona euro. Los evasores son en muchos casos extranjeros que transfieren
sus ahorros a bancos del exterior, pero también ciudadanos españoles
evaden sus capitales. La fuga de capitales se aceleró a partir de la
mitad del año pasado, y ha continuado a pesar del compromiso europeo de
bombear hacia el sistema financiero español hasta la cantidad de 100.000 millones de euros. Los analistas han constatado que en el curso del mes de agosto el índice de evasiones ha sido incluso más alto.
Perolo que resulta aun más perturbador es comprobar que la huida
está comenzando a incluir también a miembros de la élite más educada y
emprendedora, que empieza a estar harta y cansada de la falta de
oportunidades y de puestos de trabajo en un país donde el índice de
desempleo roza ya el 25%.
Según las estadísticas oficiales, 30.000 españoles se registraron para trabajar en la Gran Bretaña el pasado año. Los analistas dicen que este número se multiplicaría si se contara los trabajadores no registrados. "No hay duda de que en España hay pánico" dijo José García Montalvo, economista en la Universidad de Pompeu Fabra, en Barcelona.
"La gente rica ya ha sacado su dinero. Ahora son los profesionales y
las clases medias las que están haciendo que sus capitales migren
hacia Alemania y hacia Londres".
En España el malhumor está empezando a generalizarse. "Es
posible que las perspectivas podrían mejorar sensiblemente si la
dirección del Banco Central europeo resolviera favorablemente el próximo
jueves un plan para sostener las finanzas españolas y de otros países
rezagados de la zona euro, interviniendo en los mercados de
obligaciones". Pero por ahora la imagen de España se vuelve cada día más oscura.
El viernes pasado el gobierno dio a conocer a los medios que iban a invertir 5.000 millones de euros en Bankia,
un banco fracasado que el Estado intervino el pasado mes de mayo. Y
ayer lunes, la comunidad autónoma andaluza se convirtió en la última de
las regiones españolas que solicitó ser rescatada por el gobierno
central.
Pero las perspectivas en el conjunto de la zona euro siguen siendo pesimistas. La agencia de inversores Moody informó el pasado lunes que su calificación en relación con la Unión Europea había empeorado.
Pese a que se está experimentando una vuelta gradual de los capitales
hacia los bancos griegos y una relativa estabilidad de los depósitos en
otros países conflictivos como Italia, Irlanda y Portugal, el
abatimiento no ha terminado de abandonar a España. El éxodo
continuo de capitales y personas podría ser una advertencia hacia los
responsables políticos europeos de que el pánico no terminará mientras
el futuro financiero del país continúe atenazado por la incertidumbre.
Es cierto que España, todavía, dista mucho de ser una Grecia
en ruinas, pues posee una economía más potente y diversa, con niveles
inferiores de deuda y un mercado de obligaciones que al menos hasta
ahora sigue funcionando .
FUENTE: Canarias Semanal
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